Dios, que no existe, mira
las cosas cómo caen
hacia la ingratitud
de una muerte temprana.
No habrá ni recompensas
ni castigos. Tan sólo
un olvidar insomne,
anónimo, indecente.
Somos el espectáculo
que un ojo sin prejuicios
impávido disfruta
porque sí, porque sí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario