¿Qué Dragón la custodia?
Ninguno. Sólo yo,
que ya soñé con ella,
me siento un cascarudo,
no un picaflor. Un poco
han pasado los años,
pero más los dolores,
la humillación. ¿Podría
aún decir las frases
pertinentes, que en tiempos
juveniles brotaban
solas y ahora mueren
en mis labios? Jamás
me dejará la sed,
otoño en que persiste.
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