Ése era electricista
en el barrio, con casa
y todo. Se entregó
a la bebida, acaso
para olvidar. Ahora
pide en el Centro. Se hace
el que no nos conoce.
(Quizá ni ve ni busca
ya a nadie.) La botella
en su bolso nos dice
de su insaciable sed.
Pampita está cansada de sonreír. Le duelen bastante las mandíbulas cada vuelta que posa ante las negras cámaras. Se acuerda de sus años d...
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