Cuatro veces diez días
ayunarás. Tu vientre
dejará de exigir
su tributo ruinoso
(los tentempiés harán
que no te desvanezcas).
Así te quiere Dios:
lejos de los estímulos
de los sentidos, laxos.
Yo esperaré. La noche
que es el invierno pide
que tu ser se prepare
para vencer al Mundo,
¡oh guerrera del alma!
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