¿Qué me aleja del mundo,
esas calles abiertas
de una Ciudad sin rostro
que no son La Babía,
su vientre dilatado
por la respiración
y voz de mis pulmones,
aire viciado y hueco?
No lo sé. No distingo
qué me detiene, qué
me frena. Vos decís
que ayer, y hoy, y mañana
es posible --¡no hay duda!--
salir de nuevo. "¡Chau
a la pandemia infame!"
(Hay que vencer el cuiqui...)
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